Hay casas que se habitan y casas que se viven. La de Pilar Cinca, interiorista y fundadora del estudio Punto y Seguido, pertenece sin duda a las segundas. Desde que cruzas el umbral de este piso en el centro de Zaragoza, la atmósfera transmite equilibrio, calma y esa belleza cotidiana que no necesita alardes. La luz, las flores, los textiles, el mobiliario heredado o reinventado… Todo habla de una familia que ha hecho de su hogar un refugio lleno de historia.
La vivienda, de 130 m², es el hogar que Pilar comparte con su marido, Kiko, y sus hijos, Blanca y Jorge. La reforma integral de hace seis años fue una declaración de intenciones: suprimir lo innecesario, ganar luz, dar protagonismo a la cocina y fomentar la convivencia. El recibidor desapareció para ampliar el salón, y una cocina funcional, cálida y vivida se integró con naturalidad en el espacio común.
El resultado: un hogar clásico pero atemporal, con un punto elegante que nunca roza lo frío. Muchos muebles vienen de su anterior vivienda. Otros fueron adaptados del propio piso. Su trabajo como estilista se percibe en los detalles: flores frescas, velas de aromas delicados, composiciones equilibradas y ese «toque negro» —ventanas, separadores, radiadores— que recorre la casa como una línea gráfica invisible.
Más allá de su labor como interiorista, Pilar encontró en este hogar el impulso para cambiar de vida: dejar la ingeniería y fundar su empresa de decoración. Hoy combina proyectos de home staging, reformas y asesoramiento decorativo con ese enfoque amable, detallista y sereno que también define su casa. Pilar nos recibe con las puertas abiertas.
Reportaje original de Nacho Viñau Ena. Fotografía: Nacho Viñau Ena.








Por qué y cómo
¿Por qué nos gusta esta casa…? Porque es una lección de equilibrio entre estilo y funcionalidad. La casa de Pilar Cinca logra combinar clasicismo, calidez y orden sin perder personalidad. Cada elemento está elegido con criterio: los muebles reaprovechados, los detalles florales, los textiles suaves, el uso del negro como hilo conductor… Todo contribuye a crear una atmósfera vivida, familiar y estética.
¿Cómo recrear este estilo…? Apuesta por una paleta neutra con toques oscuros que unifiquen visualmente. Utiliza muebles con historia, accesorios florales y textiles naturales. Añade una cocina abierta que invite a convivir. En tiendas como Kenay Home, Banak Importa o Zara Home puedes encontrar inspiración en tonos tierra, piezas con carácter y complementos que den ese toque final.
En sus propias palabras…
- Cocina corazón: “Quería una cocina grande y cálida, que fuera una continuación del salón.”
- Flores y velas: “Me gusta tener flores en casa, sobre todo cuando vienen amigos. Y soy muy de velas. Me relajan mucho.”
- Muebles con historia: “La casa lleva bien el paso del tiempo. La mayoría de los muebles tienen más de 15 años.”
- Plácidos domingos: “Este rinconcito con el sol entrando es mi favorito para sentarnos el fin de semana, tomar algo, leer… mientras los niños juegan al lado.”
- Home office: “Mi rincón de trabajo es el que más horas me ve. A las 21:30 me siento, y me cunde un montón.”